«Algunos miembros indicaron que, antes del anuncio de los aranceles estadounidenses el 2 de abril, habían considerado apropiada una pausa en los recortes de tipos en la reunión actual, prefiriendo esperar a la siguiente ronda de proyecciones para obtener mayor claridad sobre las perspectivas de inflación a mediano plazo», señala el texto.

Sin embargo, los acontecimientos convencieron a estos miembros de que recortar los tipos de interés «brindaba cierta protección contra resultados negativos y evitaba contribuir a una mayor incertidumbre en tiempos de volatilidad en los mercados financieros».

Como explican las actas, estos miembros otorgaron una mayor probabilidad a la posibilidad de que el shock comercial fuera inflacionario más allá del corto plazo, en vista de los efectos destructivos de la ruptura de las cadenas globales de valor.

«Si bien los efectos inflacionarios de los aranceles propuestos podrían diferir para EEUU y Europa, la experiencia de la pandemia había demostrado que, a pesar de la diferente ponderación asignada a los factores de demanda frente a los de oferta, al final la evolución de la inflación en ambas economías había sido bastante sincronizada, y lo mismo podría ocurrir nuevamente en esta ocasión. En general, esto apuntaba a riesgos al alza para la inflación a mediano y largo plazo que contrarrestaban los riesgos a la baja derivados de una actividad económica más débil», añaden.

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Por tradeo