«Regreso vacilante» al crecimiento de la actividad de la zona euro en enero, según el PMI

En concreto, el Flash del Índice PMI Compuesto de la Actividad Total de la zona euro se situó en 50,2 (49,3 en diciembre), registrando su máxima de los siete últimos meses. Esta cifra indica «la primera expansión de la actividad empresarial –que, de todos modos, fue solo leve– desde junio del año pasado».

En enero la actividad empresarial del sector servicios aumentó por primera vez desde julio del año pasado (el índice de actividad empresarial del sector servicios aumentó de 49,8 a 50,7), mientras que la producción manufacturera se contrajo apenas modestamente (el índice respectivo ascendió de 47,8 a 49,0), registrando la menor caída de la producción industrial desde junio de 2022.

S&P Global explica que el crecimiento se vio impulsado por los sectores de tecnología (servicios y equipos informáticos) y por los sectores farmacéutico y de cuidado de la salud, aunque los servicios industriales también repuntaron y volvieron a territorio de expansión. No obstante, las desaceleraciones también se atenuaron en el sector de servicios financieros, incluyendo notablemente el subsector inmobiliario, y en el de recursos básicos, mientras que los subsectores de cara al público, como el de turismo y ocio y el de enseres domésticos, «mostraron indicios de estabilización después de varios meses de declive».

MEJORA DEL OPTIMISMO

Y el leve regreso al crecimiento de la actividad total en la zona euro en su conjunto se vio acompañado de una intensa mejora del optimismo con respecto a los próximos doce meses. De esta forma, el índice PMI Compuesto de Expectativas Comerciales Futuras para la zona euro ha registrado en este primer mes de 2023 el mayor aumento mensual desde junio de 2020, gracias a las mejoras de los tres meses anteriores, que impulsaron la confianza hasta su máxima desde mayo de 2022.

El sentimiento mejoró tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, repuntando tanto en Francia, como en Alemania y en el resto de la zona euro en su conjunto. S&P Global indica que «la confianza empresarial ascendió con intensidad, lo que sugiere que las perspectivas para los próximos doce meses mejoran marcadamente».

Y la encuesta también arroja algunas «novedades alentadoras» con respecto a las perspectivas a corto plazo para las carteras de pedidos, que «señalan ritmos de contracción más reducidos». «Pese a que los nuevos pedidos cayeron por séptimo mes consecutivo, el declive fue el más reducido registrado durante este periodo de contracción»

De hecho, los nuevos pedidos recibidos por las empresas proveedoras de servicios «solo disminuyeron ligeramente mientras que los nuevos pedidos de productos manufactureros se redujeron al ritmo más lento desde mayo del año pasado, a pesar de seguir cayendo drásticamente», destaca S&P Global.

Tampoco se puede olvidar que el crecimiento del empleo «ha cobrado ímpetu debido a que las firmas se preparan para unos próximos doce meses mejores de lo que se anticipaba anteriormente». Las empresas han respondido a esta mejora de las perspectivas empresariales y a la moderación del declive de la demanda con un aumento de la contratación.

«El empleo aumentó en enero al mayor ritmo en los últimos tres meses, acelerándose tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios. Sin embargo, la tasa de creación de empleo se mantuvo mucho más débil que la observada en enero de 2022″, apunta S&P Global. El análisis por países revela que la creación de empleo aumentó en todos los países, encabezados por Alemania.

LA INFLACIÓN DE LOS COSTES SE ATENÚA

Asimismo, la encuesta muestra que las tensiones en las cadenas de suministro se han atenuado en parte debido a una menor demanda de insumos, que se redujo de nuevo «intensamente» en enero (aunque en menor medida que en cada uno de los tres meses precedentes), lo que a su vez se debe a un creciente cambio de dirección desde la interrupción del acopio de existencias hacia una reducción de los stocks.

Y el alivio de las presiones de las cadenas de suministro ha sido uno de los factores que ha contribuido a atenuar la inflación de los costes. Otro factor ha sido el aplacamiento de los mercados de energías, especialmente con relación al sector manufacturero. De esta forma, los precios pagados, medidos en su conjunto, aumentaron en enero al ritmo más lento desde abril de 2021, pese a que siguen situándose en un nivel muy superior a la media a largo plazo del estudio antes de la pandemia.

Sin embargo, la inflación de los costes del sector manufacturero se ha reducido por debajo de su media antes de la pandemia, hasta alcanzar su mínima desde octubre de 2020, y la inflación de los costes del sector servicios ha disminuido hasta su mínima en trece meses.

Pero eso no se ha traducido en productos y servicios más baratos. Es más, los precios «aumentaron a un ritmo ligeramente más intenso que en diciembre, y las tasas de inflación se incrementaron en el sector manufacturero y en el sector servicios». Aunque en ambos sectores las tasas de aumento no alcanzaron las de las máximas recientes, «la sostenida presión al alza en los precios de venta reflejó en parte los esfuerzos por recomponer los márgenes de beneficios, especialmente de cara a los costes históricamente elevados de las energías y otras materias primas, además de los crecientes costes de personal», apunta S&P Global.

¿HABRÁ RECESIÓN?

Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, cree que «una estabilización de la economía de la zona euro en el primer mes del año se suma a los indicios de que la región podría salvarse de la recesión«. «La encuesta sugiere que en octubre del año pasado se llegó al punto álgido y desde entonces los temores, especialmente en torno al mercado de las energías, han sido aliviados por la reducción de los precios, a la que contribuyeron unas condiciones climáticas más templadas de lo habitual y las ayudas generosas de los Gobiernos», ha destacado.

Williamson también ha puesto el acento en el hecho de que se hayan reducido las tensiones de las cadenas de suministros, lo que sobre todo ha beneficiado a los productores en Alemania, y cree que la reapertura de la economía china «ha contribuido a renovar la confianza en las perspectivas económicas mundiales para 2023, impulsando el optimismo empresarial a niveles mucho más altos».

No obstante, alerta de que la región «aún no está de ningún modo libre de dificultades, puesto que la demanda sigue disminuyendo (apenas cayendo a un ritmo reducido) y un aumento de la tasa de inflación de los precios de venta de los productos y servicios aumentará las razones para que los partidarios de la línea dura soliciten un mayor endurecimiento de la política monetaria«.

Y recuerda que el hecho de que la encuesta «apenas indique una estabilización de la economía de la zona euro, que sugiere que no debe descartarse la posibilidad de una nueva caída en territorio de contracción a medida que aumentan los costes del préstamo, apoyaría las razones para ejercer cautela». Aunque la encuesta ofrece «buenas noticias que sugieren que de producirse una desaceleración, probablemente esta sería mucho menos aguda que lo que se temía anteriormente y que quizás la recesión pueda evitarse por completo«.

Precisamente este tema, el de la recesión, es abordado por los expertos en los comentarios en los que analizan las cifras del PMI. Por ejemplo, desde Pantheon Macroeconomics apuntan que los datos de la encuesta «ya no son coherentes con una recesión». En su opinión, el hecho de que la actividad económica haya vuelto a crecer «ha aliviado los temores de recesión y ha dado al Banco Central Europeo (BCE) más determinación para mantener su lucha contra la inflación» subiendo los tipos de interés aún más.

Desde Oxford Economics señalan, por su parte, que las lecturas del PMI «ofrecen señales positivas de que el sentimiento está cambiando», aunque en la firma británica siguen pensando que «la eurozona se contraerá en el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023, aunque la recesión debería ser más leve de lo que pensábamos«.

BOLSA