Asimismo, el beneficio por acción de la compañía ha sido mejor de lo que anticipaba el mercado, situándose en los 2,57 dólares por título frente a los 2,4 dólares que estimaban los analistas. Tras conocerse estas cifras, los títulos de la compañía han subido un 2,10% en Wall Street.
Por otra parte, los ingresos han aumentado un 31% en tasa interanual, pasando de los 10.243 millones de hace doce meses a los 13.395 millones de dólares de este trimestre. Este dato ha mejorado la expectativa del consenso, que estimaba unos ingresos 860 millones de dólares menores. Además, los tres meses anteriores, los ingresos fueron de 11.735 millones de dólares.
Sin embargo, los gastos han subido todavía más, hasta un 32%. Así, si hace un año los costos operativos de American Express ascendían hasta los 7.909 millones de dólares, en esta ocasión se sitúan en el nivel de los 10.442 millones de dólares.
Además, las provisiones consolidadas para pérdidas crediticias fueron de 410 millones de dólares, frente a un beneficio de 606 millones de dólares hace un año. “Este cambio refleja principalmente una pequeña acumulación de reservas netas en el trimestre actual, frente a una liberación de reservas de 866 millones de dólares hace un año”, indican.
Sobre la base de los resultados obtenidos hasta la fecha, la empresa ha elevado sus previsiones de crecimiento de los ingresos para todo el año de una horquilla del 18% al 20% a una horquilla del 23% al 25%, frente al 19,14% de consenso. Asimismo, la firma mantiene su horquilla de previsiones de beneficios por acción para todo el año de 9,25 a 9,65 dólares, frente a 9,77 dólares del consenso.
«Hemos tenido un segundo trimestre extraordinario, con niveles récord de ingresos y de gasto de los Afiliados, lo que refleja la fortaleza de nuestra base global de clientes y el continuo impulso de nuestro negocio», ha señalado Stephen J. Squeri, presidente y consejero delegado de American Express.
«Hemos sido capaces de obtener unos resultados excepcionales en un entorno macroeconómico complejo gracias a una serie de factores, como la escala y la solidez de nuestra base de clientes global, las decisiones que tomamos durante la pandemia y la recuperación para apoyar a nuestros clientes y aprovechar las oportunidades de crecimiento”, ha agregado.
«Añadimos 3,2 millones de nuevas tarjetas propias en el trimestre, impulsadas por la continua y fuerte demanda de nuestros productos premium. Las adquisiciones de nuestras tarjetas de consumo estadounidenses Platinum, Gold y de marca compartida Delta alcanzaron cada una de ellas máximos históricos en el trimestre, y hemos mantenido altos niveles de retención de clientes”, ha indicado Squeri.
Asimismo, el CEO ha indicado que el rendimiento crediticio “sigue siendo excepcional, con una morosidad y unas cancelaciones cercanas a los mínimos históricos”.